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Una industria fuerte y competitiva

Por: Alfredo Padilla Villalpando, Presidente de CICEG y CANAICAL

La Industria Mexicana del Calzado y la Marroquinería es un sector productivo con una historia llena de retos y oportunidades, pero sobre todo de fortaleza y unidad de las mujeres y hombres que, con su trabajo y vocación, la han forjado.

En la actualidad, esta industria está conformada por 8 mil 996 unidades económicas distribuidas por todo el país; cabe destacar que tan sólo en el Estado de Guanajuato, el epicentro de la piel y el calzado, se ubican 4 mil 698 unidades.

Es una industria orgullosamente mexicana, con una inversión en su mayoría de empresarios mexicanos, muy competitiva y que ofrece grandes posibilidades para hacer negocios. Hoy en día, nos hemos recuperado y generamos 170 mil empleos directos e indirectos a nivel nacional y 124 mil empleos directos e indirectos, en Guanajuato.

México ocupa el noveno lugar en la producción de calzado en el mundo; somos un sector que puede crecer y aprovechar la oportunidad de consolidar su internacionalización y nearshoring con Estados Unidos, el mayor consumidor de calzado a nivel internacional. El año pasado, nuestra industria alcanzó 215 millones de pares producidos a nivel nacional, de los cuales más del 80% se produjo en Guanajuato.

Mercados internacionales

2022 fue un año de contrastes. Por una parte, mantuvimos el crecimiento en las exportaciones de calzado cerrando con la cifra histórica de 36 millones de pares; la mayor parte de estos se destinaron a Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, y también a países como: Guatemala, El Salvador, Panamá, Costa Rica y Chile.

El calzado de piel de alto valor agregado es lo que más exportamos con una participación del 45.53%. Se complementa con el calzado sintético, con 30.97%; el calzado impermeable, con 10.18%; el calzado textil, con 8.54% y el 4.58% restante corresponde a otros tipos de calzado.

El gran contraste está en las importaciones, que al cierre de 2022 tuvieron un gran crecimiento: 126 millones de pares, cifra superior a las registradas los últimos 20 años. Entre los principales países de origen están: China, Vietnam, Indonesia y Brasil.

Por tipo de calzado, el que más se importa es el calzado de corte textil (48.65%), le sigue el calzado sintético (36.33%), el calzado de piel (10.10%), el calzado impermeable (1.70%) y otros tipos de calzado (3.22%).

En la Cámara Nacional de la Industria del Calzado (CANAICAL) y en la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), hemos revisado las cifras y vemos una situación alarmante con las importaciones. En las condiciones actuales, con un incremento en malas prácticas de comercio exterior como la subvaluación, el contrabando técnico y la piratería, la industria nacional no puede competir con el calzado importado en el rubro de precio. Por ello, es clave que trabajemos en conjunto con las autoridades federales en la creación de un piso parejo para competir.

Tenemos claros los desafíos del sector. Nuestra oferta nacional puede competir en calidad y diseño, pero no es suficiente. Debemos resolver distintos retos, entre ellos, impulsar el desarrollo y la propuesta de productos con insumos y materias primas innovadoras; esta línea de acción se convierte en una gran área de oportunidad para nuestra proveeduría, que hoy estamos atendiendo.

Ventajas competitivas de la Industria Mexicana del Calzado y la Marroquinería

Conscientes de las exigencias de la internacionalización y la competitividad en el mercado interno, las empresas debemos reorientar los esfuerzos hacia maximizar las ventajas competitivas de la industria, como la experiencia en manufactura en calzado y artículos de piel, así como potenciar el diseño original.

Somos líderes globales en categorías como la bota vaquera y la manufactura Goodyear welt (doble costura tanto interior como exterior para que el zapato tenga mayor resistencia), con estos ejemplos, creo que es en la diferenciación, calidad y diseño en donde debemos dirigir la atención.

Estamos convencidos en que es necesario promover el consumo de lo Hecho en México y el posicionamiento de las marcas mexicanas que están rompiendo paradigmas; estrechar la colaboración de la industria mexicana de la moda al aprovechar las grandes plataformas comerciales como SAPICA, ANPIC, INTERMODA, entre muchas ferias de negocios más.

En otra línea de acción, debemos trabajar en la sensibilización y respuesta de las autoridades federales para contrarrestar el efecto que tienen en el mercado interno las prácticas ilegales como el contrabando, la subvaluación, la piratería y la informalidad. Si no realizamos acciones contundentes, será menos competitiva la industria nacional en muchos sectores productivos, no sólo en los de la moda.

Plan de transformación de la industria

Para lograr nuestros objetivos, los consejos directivos de CICEG y CANAICAL hemos implementado el Plan de transformación de la Industria del Calzado y la Marroquinería, el cual guía las acciones y operación de los organismos empresariales líderes de este sector y la interrelación con los demás actores de toda la cadena de valor proveeduría-cuero-calzado-marroquinería-sombrerería.

La ejecución de este plan tiene una clara visión del futuro; debemos consolidarnos, paso a paso, como una industria mexicana innovadora, colaborativa, competitiva, internacional, que crece y se desarrolla con empresarios que conforman un ecosistema confiable para los negocios.

Estas son las 14 líneas estratégicas que conforman este plan:

  1. Robustecer la propuesta de valor de la industria.
  2. Inteligencia competitiva de la industria.
  3. Aumentar la exportación y la internacionalización.
  4. Generar una cultura de diseño propio.
  5. Fortalecer las estructuras de desarrollo profesionales y humanas y las competencias organizacionales.
  6. Incrementar la innovación.
  7. Fortalecer la colaboración entre fabricantes y comercializadores.
  8. Fomentar la sustentabilidad.
  9. Aumentar la presencia en e-commerce.
  10. Desarrollar mayor colaboración entre productores.
  11. Desarrollo tecnológico.
  12. Fomentar la legalidad y desarrollo del sector.
  13. SAPICA y el desarrollo comercial de la industria.
  14. Fortalecer el cumplimiento laboral en la industria.

Escenario de oportunidades

En CICEG y CANAICAL, durante 2023 insistiremos en la actualización y mejora de todos los servicios que ofrecemos a los socios y afiliados, invitando a más empresas a participar en la transformación de la industria.

Continuamos fieles a nuestra misión, que es ayudar al crecimiento y desarrollo de las empresas y en crear herramientas, proyectos y programas, alineados a su desarrollo. El exhorto a los empresarios es que participen y puedan sacar el máximo potencial en beneficio de sus negocios.

En esta noble industria, que da empleo a miles de familias, estamos convencidos de que el activo más importante es su gente, que es quien hace fuertes y sólidas a nuestras empresas; por esta razón, nos esforzamos en mejorar los salarios, cumplir con las prestaciones de ley y estar atentos a sus necesidades; debemos conservar el balance entre el crecimiento económico y el bienestar de las personas.

Mantendremos nuestro enfoque en temas de sensibilización, conocimiento y capacitación para reforzar las áreas de Talento Humano de las empresas, haciendo frente a la escasez de mano de obra, a la necesidad de robustecer la retención y las estrategias de atracción de personal.

En 2022 cerramos con 647 socios activos de 18 estados de la república, entre los que destacan: Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México, Aguascalientes, Michoacán, Puebla, Sinaloa, Veracruz y Nuevo León. Este 2023 seguiremos promoviendo la afiliación y representación de una industria ligera, flexible al cambio, con muchas posibilidades de crecimiento.

Afianzaremos la colaboración entre los empresarios de la cadena, lo que ha sido un factor clave de nuestra industria; asimismo, estrecharemos relaciones con los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), y con el sector educativo con el objetivo de avanzar con paso firme en el fortalecimiento de las empresas y el bienestar de los miles de colaboradores y sus familias.

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Defender el acero y el aluminio es defender a México


Por Waldo Fernández González

Presidente de la Comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC en el Senado de la República

Entre los sectores económicos más importantes de México, está el acero y el aluminio. Ambos son productos estratégicos para la economía nacional, que se posiciona como uno de los principales exportadores a Estados Unidos, su principal socio comercial, y con una generación de riqueza significativa.

Regiones completas de nuestro país giran en torno a la extracción, transformación y uso de estos dos productos. Detrás de ellos, hay miles de trabajadoras y trabajadores mexicanos que todos los días sostienen con sus manos una parte sustancial de la economía y al mismo tiempo, mantienen la estabilidad de sus familias.

Por eso, hoy más que nunca, debemos defenderlos con convicción.

Eso fue lo que determinamos en el Comité Promotor de Inversión y en la formalización de las mesas de trabajo rumbo a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Dichos eventos, impulsados por la Secretaría de Economía, buscan escuchar las voces de los sectores productivos, académicos, empresariales y laborales para que México llegue a la mesa de revisión con una posición sólida, consensuada y, sobre todo, con conocimiento de causa.

Es un ejercicio inédito de diálogo territorial y pluralidad económica en la historia de los tratados comerciales mexicanos.

Durante las conversaciones con las y los representantes de la industria acerera y del aluminio —entre quienes estuvieron miembros de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), intercambiamos puntos de vista sobre el presente y futuro del sector.

Entre aquello que compartimos, destaco dos sentimientos: orgullo e incertidumbre.

Orgullo por lo que han logrado —porque México es hoy un actor clave en la producción y exportación de acero y aluminio a nivel mundial— y preocupación ante la posibilidad de que, en el marco de la revisión del T-MEC, se impongan medidas proteccionistas o restricciones comerciales injustificadas que afecten directamente la industria y su fuerza laboral.

En el Senado de la República tenemos claro que la integración económica entre las tres naciones de América del Norte es una realidad consolidada, pero también que dicha integración atraviesa por momentos de incertidumbre.

México ha demostrado que puede competir con calidad, innovación y productividad, y que lo hace de manera justa, sin recurrir a ventajas desleales frente a sus socios comerciales.

Por ello, no puede permitirse ningún intento unilateral de limitar exportaciones mexicanas o de castigar los procesos productivos nacionales. Más aún, sabemos que debemos proteger a este sector y a todos quienes lo conforman.

Defender el acero y el aluminio mexicano no significa cerrar las puertas al comercio internacional, sino asegurar condiciones de igualdad y justicia comercial.

Por eso, desde mi responsabilidad como presidente de la Comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC en el Senado, he reiterado que la prioridad es cuidar los intereses de México y garantizar que la justicia y el bienestar de nuestra gente estén presentes en cada cláusula, en cada anexo y que cada medida comercial, esté alineada con un principio fundamental.

México ha avanzado de manera notable en sus estándares de producción, en el cumplimiento de normas ambientales y en la defensa de los derechos laborales. En ese sentido, la CONCAMIN ha sido un factor clave para ello.

En los próximos meses, el Senado acompañará este proceso de la mano con las y los industriales. Escucharemos a todos los sectores, tal como lo hace la industria, analizaremos los posibles escenarios y construiremos, junto con la Secretaría de Economía, una posición que defienda lo que somos y proyecte lo que queremos ser: un país competitivo, justo y soberano.

Defender el acero y el aluminio es defender a México. Ese será, sin duda, uno de los pilares que guiarán la revisión del T-MEC.

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EL Día de los Industriales

En octubre, la CONCAMIN llevó a cabo el Día de los Industriales bajo el lema “México industrial frente a un mundo en cambio”, con el objetivo de celebrar la visión, el esfuerzo y el compromiso de quienes, todos los días, convierten la actividad industrial en desarrollo nacional.

Alejandro Malagón Barragán, presidente de CONCAMIN, señaló que los industriales somos el motor que impulsa la innovación, quienes sostienen las finanzas públicas y que, en momentos de incertidumbre, ofrecen estabilidad. Afirmó que “el futuro no se hereda, se construye con trabajo duro”.

Durante la jornada, Graciela Báez Ricárdez, directora general de Política Educativa, Mejores Prácticas y Cooperación de la SEP, impartió la conferencia “Modelo educativo actual en México”, en la que se refirió a la transformación de la educación media superior, enfocada en la ampliación de la infraestructura con la creación de nuevos bachilleratos tecnológicos, el marco curricular común, los lineamientos de educación dual y la actualización curricular, para hacer más atractiva la oferta educativa y brindar mayores oportunidades en el mercado laboral.

También tuvo lugar el panel “El derecho al agua y la restauración de los ríos Lerma- Santiago, Tula y Atoyac”, en el que participaron Paola Félix Díaz, coordinadora general del Acuerdo Nacional por el Derecho al Agua y Cooperación Internacional de la CONAGUA, y Claudia Gómez Godoy, comisionada para la Restauración y Saneamiento del río Lerma-Santiago.

En su intervención, Paola Félix mencionó que se busca crear el Registro Nacional de Agua para el Bienestar (RENAB), así como la elaboración de un plan maestro de inversión en infraestructura en todo el país. Asimismo, destacó el Plan Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, cuyo eje incluye diez líneas prioritarias, entre ellas impulsar la innovación tecnológica para el tratamiento, reuso y potabilización del agua.

Por su parte, Claudia Gómez expuso el resumen de los trabajos realizados en lo que va de este año para la restauración de los ríos, así como la vinculación con el Acuerdo Nacional y Cooperación Internacional, y la articulación social, que ha consistido en la organización de mesas de trabajo con colectivos, comunidades y académicos en Jalisco y Estado de México, además de recorridos con comunidades y autoridades municipales, estatales y federales en las entidades por donde pasa la Cuenca Lerma-Santiago.

En la conferencia “Hecho en México”, Andrea Genoveva Solano Rendón, titular de la Unidad de Normatividad, Competitividad y Competencia de la Secretaría de Economía, puntualizó que este distintivo garantiza la calidad, el orgullo nacional y la competitividad internacional, al invitar a las empresas a registrar sus productos de manera gratuita.

Resaltó también la importancia de la colaboración entre el sector público y el privado, aunada a la intervención de los gobiernos estatales, para el desarrollo de iniciativas conjuntas con cámaras de comercio.

En otra de las ponencia, Luis Rosendo Gutiérrez, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, habló sobre “Aranceles y revisión del T-MEC”, en la que abordó las medidas que se han implementado para fortalecer la posición de México en el comercio regional, y cómo nuestro país mantiene una ventaja relativa. Agregó que la aplicación de aranceles a países sin tratados comerciales busca impulsar la industria nacional y consideró que el T-MEC se mantendrá trilateral, porque Norteamérica es la región más integrada del mundo.

Para cerrar el encuentro, el periodista David Páramo presentó el tema “Perspectivas económicas para México y el mundo”, en la que hizo un análisis del panorama actual y de los retos que enfrenta el país.

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La ruta del desarrollo económico del autotransporte de pasajeros


Por Virginia Olalde López-Gavito

Directora ejecutiva de CANAPAT

El autotransporte de pasajeros es mucho más que un medio de movilidad; es una infraestructura estratégica que sostiene la productividad económica de México. A diario transporta a millones de personas que integran la fuerza laboral, el comercio y los servicios; tan solo en 2024 fueron 3,824 millones las personas transportadas, quienes representan un eslabón indispensable en la operación de plantas industriales, centros logísticos, instituciones educativas y cadenas de valor que mantienen al país en movimiento.

Según datos del INEGI, este sector contribuye con cerca del 2.0 % del PIB y genera empleos directos e indirectos en toda la cadena productiva. Más allá de su dimensión económica, su valor radica en la función social de acercar talento a los centros de desarrollo y conectar regiones que dependen de la movilidad cotidiana para su subsistencia. Su capacidad de recuperación se evidenció en la reactivación económica posterior a la crisis vivida entre 2020 y 2022, ejemplo de cómo la colaboración entre diversas industrias ha sido clave para retomar el crecimiento e incluso superar las cifras antes de la pandemia, como se observa en la gráfica.

Por supuesto, el desarrollo económico no puede desvincularse de la infraestructura vial. Carreteras en buen estado, seguras y bien conectadas reducen costos logísticos, mejoran la puntualidad laboral y aumentan la productividad. México cuenta con una red carretera de 916 mil 078 kilómetros, que enlaza zonas urbanas, rurales e industriales.

Hoy en día existen 477 parques industriales en México, donde se localizan más de 4,000 empresas instaladas; muchos de ellos se ubican fuera de zonas urbanas, lo que refuerza la necesidad de sistemas eficientes y seguros de transporte que garanticen el acceso ordenado y confiable de su personal a estos centros productivos.

Es una realidad: la fuerza laboral de México se traslada principalmente por autobús. El autotransporte federal de pasajeros moviliza 95 % del total nacional de usuarios, lo que lo convierte en un componente esencial para el funcionamiento de cualquier cadena de valor al transportar el capital humano que genera las bases del ecosistema económico del país.

Es innegable que el autotransporte de pasajeros en México enfrenta desafíos importantes, pero estos deben entenderse como oportunidades de mejora continua. Temas como la modernización tecnológica, la seguridad vial, la formalización de más transportistas y la eficiencia operativa y energética, no significan obstáculos insalvables, sino ejes donde la participación del sector industrial puede marcar la diferencia.

Iniciativas como la renovación vehicular —cuya edad promedio ronda los 20 años —, el financiamiento verde, los corredores seguros y la integración de pequeñas empresas a modelos de negocio colaborativos fortalecen el papel del autotransporte como eje de desarrollo y movilidad. En un contexto de nearshoring y relocalización de inversiones, asegurar el traslado eficiente de trabajadores es tan estratégico como mover mercancías.

El autotransporte de pasajeros es, en esencia, una ruta hacia el desarrollo económico: mueve millones de personas, une regiones, dinamiza economías locales y genera empleos en toda la cadena de valor. Reconocerlo como infraestructura estratégica permitirá construir una movilidad más eficiente, segura y capaz de responder a los retos del entorno global.

Hablar del autotransporte de pasajeros por carretera en México es referirse a un sector fundamental, no solo por su arraigo en la vida social, política y económica, sino por su papel como motor del desarrollo nacional. Además, tiene la bondad de que cada desafío es una invitación a la colaboración. Y es en esa articulación entre industria, gobierno y operadores donde se construirá el futuro de una movilidad más integrada y sostenible.

El autotransporte de pasajeros conecta personas, pero también enlaza historias, oportunidades y progreso para México.

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